“En el mundo digital los hackers siempre van un paso adelante de la seguridad” Esta frase lapidaria, esbozada por un directivo de una compañía de ciberserguridad, demuestra el complejo problema que enfrenta el mundo financiero digital a la hora de enfrentar fraudes, ataques o robos.
Los intentos de fraude son de diversas formas y están a la orden del día. Correos electrónicos, llamadas telefónicas, mensajes por Whatsapp o cualquier otra red social. Lo preocupante es que cada vez las cifras de estos pillajes crecen y las posibilidades para detenerlos no van a la misma velocidad.
En esta ocasión, ha sido la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la que ha lanzado una nueva advertencia, ya que ha detectado intentos de fraude a inversores utilizando la identidad del organismo a través de llamadas telefónicas para estafar con Bitcoins.
CNMV advierte
El mismo presidente del ente oficial, Rodrigo Buenaventura, denunció “una llamada desde un inexistente Departamento Antifraude de la CNMV que solicita una serie de datos e información personal para vender Bitcoins.”
La denuncia, por supuesto, ha sido consignada y condenada por los Tribunales de Justicia.
La CNMV es un organismo supervisor que en ningún caso ofrece inversiones y nunca pide a los inversores ningún tipo de información o dato personal a través del teléfono.
En cuanto ha tenido conocimiento de los hechos, el supervisor de la bolsa española ha llevado a cabo diversas actuaciones, entre ellas alertar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
El supervisor de los mercados ha destacado que emprenderá las acciones legales a su alcance para impedir y limitar estas prácticas.
En todo caso, aconseja verificar la procedencia de cualquier comunicación recibida en su nombre y considera recomendable recordar que nunca invitaría a realizar una inversión ni le cobraría por ello.
Por ello, es importante y recomendable desconfiar de cualquier comunicación que incluya la petición de información confidencial, económica o personal o incluya cualquier enlace de apariencia sospechosa, recordando a los inversores que no venden ningún tipo de producto financiero.
Por tanto, se debe verificar la procedencia de las llamadas y, ante cualquier sospecha, hacer una consulta al Departamento de Inversores de la CNMV a través de los distintos formularios existentes.
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